Mayéutico

El equipo gestor necesita orientarse por los resultados que arroja el proceso de monitoreo y evaluación del proyecto que está implementando. Pero debe limitar la búsqueda de información en pos de economía de esfuerzos. Y lo logra con una buena identificación de las preguntas que necesita responderse en cada momento.

Sócrates muerteImpulsamos un proyecto de promoción del desarrollo para suscitar cambios valiosos en y para las personas.

Ello implica que nos basamos en diversas hipótesis sobre cómo y por qué podremos motivar esos cambios.

La cadena causal de resultados que anima a la intervención constituye una primera dimensión de la realidad donde radican esas hipótesis.

La cadena causal se basa en un conjunto de conjeturas: si proveyéramos ciertos bienes y servicios a una determinada población objetivo, ello sería capaz de generar en las personas ciertos cambios valiosos en los conocimientos, conductas y valores. Suponemos a su vez que estos últimos darán origen a nuevos funcionamientos sociales, capaces de mejorar su calidad de vida en forma sostenible.

Eso es lo que expresa la cadena causal de resultados de una intervención: nexos causales hipotéticos entre la producción terminal del proyecto, en un extremo de la cadena, y los resultados de nivel impacto social u organizacional, en el otro.

Así, al momento de focalizar el proceso de seguimiento, nos preguntaremos en primer lugar por las características de los resultados buscados. Por ejemplo, sobre los niveles en que fueron logrados en términos de eficacia, de eficiencia, de equidad y de sustentabilidad.

A su vez, el proyecto atravesará distintas fases durante su implementación. Esto hará que, según sea el momento, juzguemos más críticos ciertos resultados y dimensiones, que otros.

Existe una segunda dimensión de la realidad del proyecto, también plena de conjeturas.

La conforma el entorno general de la iniciativa. Allí habrá supuestos sobre cómo se comportará la realidad mientras el proyecto se lleva a cabo. Sobre cuál será la situación política, social, económica, ambiental durante su implementación.

Conjeturas con respecto a un comportamiento de ese entorno que facilitaría, o al menos no obstaculizaría, el desenvolvimiento del ciclo virtuoso expresado en la cadena causal. Presunciones sobre cuáles serán las características políticas, económicas, ambientales o sociales adecuadas para la realización exitosa de la iniciativa.

Entonces, las condiciones sobre el entorno también serán uno de los focos del proceso de monitoreo y evaluación.

Por último, existe una tercera dimensión de la realidad donde abundan las presunciones y, consiguientemente, la necesidad de auscultar qué sucede allí.

Hablamos aquí de la dimensión del entorno específico del proyecto, buscando referir con esto a las partes involucradas en el proyecto y a las hipótesis sobre cómo actuarán en, y en torno a, la iniciativa.

Sobre cómo será el proceder de las instancias organizacionales que lo impulsan, esto es, la coalición implementadora de la iniciativa. También, sobre cómo será el proceder de aquellos otros actores que, sin participar en su ejecución, entienden que serán afectados positiva o negativamente por la iniciativa.

El éxito de todo proceso de monitoreo y evaluación descansa así en la capacidad del equipo gestor para interpelar en forma oportuna y pertinente estas tres dimensiones significativas de toda intervención para el desarrollo.

Será un proceso de monitoreo y evaluación asumido como una práctica de carácter mayéutico, a modo de diálogo reflexivo entre el equipo de gestión y la realidad, con el propósito de que afloren de ella las respuestas a las preguntas apremiantes que formulan quienes tienen a su cargo las operaciones del proyecto.

Para saber más:

Opción de formación sobre este tema: la reflexión precedente forma parte de los contenidos de uno de los cursos en formato taller que ofrece el Banco Interamericano de Desarrollo sobre la gestión de iniciativas para el desarrollo: Proceso Gerencial de Monitoreo y Evaluación. Aprender sobre la marcha guiándose por interrogantes significativos (Link↗).

Imagen: David, J. (1787). La muerte de Sócrates [Óleo sobre lienzo]. The Met Fifth Avenue. New York. (Link↗).


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